Ya soy demasiado vieja para cambiar de gustos

Joven Bella pero sin actitud
Resquebrajada 

La anciana amorosa

(Extraído del libro El libro del Amor- Ramiro A. Calle) 

A todos tenía sorprendidos por su buen carácter una sencilla anciana, que siempre se mostraba cariñosa y que exhalaba ternura y afecto. Tanto era así que sus vecinos un día le preguntaron:

- Buena mujer, algún secreto debes tener, porque no es normal, o al menos habitual, que nunca te hayamos visto enfadada con nadie, aunque algunas personas te dieran motivo para ello. Por el contrario, siempre tienes buenas palabras, sonrisas y cariño para todos los que se acercan para verte a tu casa.

¿Cómo lo has conseguido? Alguien como tú es una bendición para este mundo.

-Es un trabajo de todos los días- dijo humildemente la anciana-. Les explicaré cómo lo hago porque es muy sencillo. Cuando me despierto por las mañanas, siempre pienso: "¿Cómo estaré hoy, amorosa u hostil?". "¿A qué pensamientos y sentimientos voy a dar prioridad, al amor o al miedo?". Hasta ahora, amigos míos, y no sólo por las personas que me rodean sino también por mí misma, siempre he elegido estar amorosa con los demás y con la vida que me toca en cada momento. ¡Y ya soy demasiado vieja para cambiar de gustos!

Anciana contenta de su vida: Irena Sendler
"El Angel del gueto de Varsovia"