jueves, 20 de febrero de 2014

Educar en la fe


El siguiente escrito ha sido tomado en un resumen de algo leído en la red, desafortunadamente no solía tomar las fuentes, ahora solo quiero compartirlo, si alguien tiene conocimiento sobre la fuente, y me lo indica la pondré, vale en mucho leerlo.




Dificultad de transmitir a las nuevas generaciones los valores fundamentales de la existencia y de un concreto comportamiento, explicando que ello es inevitable en una sociedad y en una cultura que con demasiada frecuencia que tienen en el relativismo como su propio credo en la cual el relativismo se ha convertido en una especie de dogma   y donde falta la luz de la verdad. Mas aún se considera peligroso hablar de verdad, se considera autoritario, y se acaba por dudar de la bondad, de la vida.

En esta sociedad líquida, una sociedad sin certezas, privada de la piedra angular, de los valores compartidos que rechaza la existencia de la verdad y la sustituye con el pluralismo de las opiniones, la educación se convierte en una tarea ardua, sino incluso imposible.

Hace algunos años un grupo de intelectuales católicos, lanzo un significativo apelo en donde se lee

Esta sucediendo un fenómeno que no se había visto hasta hoy.

Esta en crisis la capacidad de una generación de adultos de educar a sus propios hijos.

Durante años desde los nuevo púlpitos, escuelas y universidades, periódicos y televisiones  se ha predicado que la libertad es la ausencia de vínculos y de historia, que se  puede llegar a ser grandes sin pertenecer a nada ni a nadie, siguiendo simplemente el propio gusto o antojo. Se ha vuelto normal pensar que todo es igual y que nada en el fondo tiene valor, solo el dinero, el poder y la posición social. Se vive como si la verdad no existiera, como si el deseo de felicidad del que esta hecho el corazón del hombre estuviera destinado a permanecer sin respuesta.

Un jugus que genera confusión, pérdida de sentido, desconfianza. Esta crisis que esta presente en todos los ambientes educativos, toca especialmente a la familia el lugar por excelencia de formación de las nuevas generaciones.

¿Cómo salir de esta emergencia que pone en riesgo las bases de la convivencia social y el futuro mismo de la sociedad? Claro, la iglesia no puede rendirse, ante las tendencias nihilistas de la cultura posmoderna en un contexto en el que crece cada vez más la necesidad de ambientes que estén verdaderamente en la capacidad de educar a las personas y considerando que el núcleo de todo proceso educativo es siempre la formación a un uso correcto de la libertad, a saber tomar las decisiones correctas.

Benedicto XVI

El compromiso de la iglesia de educar en la fe, en el seguimiento y en el testimonio del Señor Jesús,asuma más que nunca el valor de una contribución para hacer que la sociedad en que vivimos salga de la crisis educativa que la afllije, poniendo un dique a la desconfianza y al extraño odio de sí misma que parece haberse una característica de la nueva civilización, fuertes con la pedagogía del evangelio y como iglesia, los cristianos están llamados a contribuir con claridad y con valentía a la solución de la emergencia educativa de nuestro tiempo.

Que aquí, la primera comprometedora clave, que el sucesor de Pedro ofrece a los operadores.

La juventud debe ser realmente una prioridad en la evangelización porque ella vive en el mundo dejado de Dios, la educación de las nuevas generaciones en la fe, en el seguimiento y en el testimonio.

Y dado que la soledad y aislamiento caracterizan hoy la vida de tantos jóvenes, acompañamiento personal de parte de la comunidad eclesial, los jóvenes deben sentirse acogidos, comprendidos y amados. Este acompañamiento debe llevar a palpar que nuestra fe no es algo del pasado sino que puede vivirse hoy y que viviéndola encontramos realmente nuestro bien.

Que el modo cristiano de vivir es realizable y razonable, más aun es con mucho es el más razonable. Por eso es tan importante para los jóvenes que puedan experimentar a la iglesia como compañía de amigos realmente digna de confianza cercana en todos los momentos y circunstancias de la vida.

No podemos olvidar que la relación educativa es un encuentro de libertades y que la misma educación cristiana es formación en la autentica libertad, cuando se sienten respetados y tomados en serio en su libertad a pesar de su inconstancia y fragilidad. Los jóvenes se muestran dispuestos a dejarse interpelar por propuestas exigentes. Más aún se sienten atraídos y a menudo fascinados por ellas.

En el proceso educativo, la libertad,  debe ser conjugada con la necesidad de verdad que los jóvenes llevan dentro. Debemos esforzarnos por responder a la demanda de verdad poniendo sin miedo la propuesta de la fe en confrontación con la razón de nuestro tiempo, así, ayudaremos a los jóvenes a ensanchar los horizontes de su inteligencia abriéndose al misterio de Dios.

Deben tomar en serio las preguntas de los jóvenes las existenciales y /o las generadas por la relación entre fe y razón. Y aquí otra clave que debemos llevar a traducciones operativas de nuestros itinerarios de formación

Los protagonistas del proceso educativo

Los jóvenes quieren afirmar su propia identidad, quieren ser ellos mismos, buscan razones para vivir, si son motivados saben ser valientes,capaces de dedicación, solidarios.

Caracterizados por un alarmante desarraigamiento cultural, religioso y moral, y por individualismo exasperado reivindican para si el derecho a construir la propia vida prescindiendo de los valores y normas comúnmente aceptados.

Prevalece la dimensión afectiva y sensorial, a costa de la razón, de la memoria y de la reflexión. En una sociedad que favorece y cultiva la duda, la inmadurez, el infantilismo, estos jóvenes tienen dificultad para crecer, es más, parecen tener pocas ganas de ello. En su vida su infancia se ha hecho más corta y se ha prolongado desmedidamente el periodo de la adolescencia.

Ayudarles a "ser más" no solamente a "tener más"

Participación y compromiso en favor del bien común, parte activa a través del trabajo.

No podemos realizar esto solos, se necesita la ayuda del Espíritu Santo, se necesita luz y gracia que proceden de Dios y actúan en lo más mínimo de los corazones y de las conciencia. Oración y especial personal amistad con Jesús.

NO SE COMIENZA A SER CRISTIANO POR UNA DECISIÓN ÉTICA O UNA GRAN IDEA , SINO  POR EL ENCUENTRO CON UN ACONTECIMIENTO, CON UNA PERSONA, QUE DA UN NUEVO HORIZONTE A LA VIDA  Y CON ELLO UNA ORIENTACIÓN DECISIVA




Emergencia educativa de nuestro tiempo

En el camino de la evangelización y de la educación nos tropezamos siempre con la lógica de la Cruz, el fracaso que se ha convertido en la más grande victoria en la historia de la salvación. El Papa ha hablado hace un tiempo de los “fracasos de Dios” a lo largo de esta historia - cuyo verdadero sentido se aferra solamente a la luz de la “ley” del grano de trigo que muere para dar la vida; decía: “al inicio Dios fracasa siempre, deja actuar la libertad del hombre, y esta dice continuamente “no”. Pero la creatividad de Dios, la fuerza creadora de su amor, es más grande que el “no” humano [.. .] ¿Qué significa todo eso para nosotros? Ante todo tenemos una certeza: Dios no fracasa. “Fracasa” continuamente, pero en realidad no fracasa, pues de ello saca nuevas oportunidades de misericordia mayor, y su creatividad es inagotable. No fracasa porque siempre encuentra modos nuevos de llegar a los hombres y abrir más su gran casa” [35]. Esta es la razón por la que la esperanza no debería abandonamos nunca: ¡Dios no fracasa, aún cuando mirando a nuestro mundo podría parecer lo contrario! El Papa sigue asegurándonos que Dios “también hoy encontrará nuevos caminos para llamar a los hombres y quiere contar con nosotros como sus mensajeros y sus servidores”.

Si te gustó... ¡compártelo! ↓

0 comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...