¿Han visto a un niño decirle a un adulto cómo hacer burbujas?
Niño:
Tienes que soplar con fuerza y así (muestra cómo hacerlo y señala con sus manos la manera en que salen las burbujas) afirmando- y así se hacen las burbujas.
-Te pregunta-
¿Pusiste atención?
Y tú (sabes que has sido tú mismo quien le ha enseñado a él y hasta utilizaste esas mismas palabras para enseñarle).
¡Ah!, Claro, si tienes razón -le contestas
Hay varias formas de reaccionar ante lo que un hijo tuyo tiene por presentarte. Él aprende de lo que ve, de lo que escucha, de lo que recibe. A veces de la misma manera que el viento lleva las nubes, es un pequeñito que va ir poco a poco sacando su temperamento y su carácter.
Creer que el humano creó a Dios es como creer que nosotros le enseñamos a Dios a hacer burbujas y sin embargo, él nos deja porque nos quiere, y porque quiere que crezcamos.¡Vamos! Le cae en gracia nuestra proeza de enseñarle y a veces hasta nos alienta a seguir porque al fin y al cabo es él quien nos enseña.
Por eso TE ENSEÑO A HACER BURBUJAS DIOS, SE HACEN ASÍ...
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