El Vaticano publica un libro sobre la infancia de Jesús, situada en el tiempo 7 y 6 antes de Cristo, cuyo autor es el actual Papa Benedicto XVI. “La infancia de Jesús”, presentado el martes en Roma distingue lo esencial de lo secundario, el Papa recuerda que los Evangelios no mencionan el buey ni la mula en la gruta de Belén. Su presencia en las representaciones populares refleja una profecía sobre Israel. Del mismo modo, Benedicto XVI confirma, el nacimiento de Jesús tuvo lugar a caballo entre los años 7 y 6 antes de Cristo. Es bien sabido que la discrepancia con el año cero es un error de datación del monje Dionisio el Exiguo al que por encargo se le pidió cambiar el calendario de Augusto al de Jesucristo.
En el primer capítulo, el Papa estudia las genealogías de Jesús en los Evangelios de Mateo y de Lucas, entre las que hay notables diferencias pero un mismo sentido teológico-simbólico:
El segundo capítulo aborda el modo en que tuvieron lugar los anuncios de la concepción de Juan Bautista y de Jesús, extendiéndose en la humildad y disponibilidad de María.
Dios necesita “la obediencia libre” a su voluntad. “Creando la libertad, Dios, de alguna manera, se ha hecho dependiente del hombre. Su poder está unido al “sí”, no forzado, de una persona humana”. Y así, solo gracias al asenso de María puede comenzar la historia de la salvación.
LaVirgnidad de María
El Papa aborda la cuestión de “nacimiento virginal, ¿mito o realidad?”. "Eso nos molesta" el relato de una concepción y parto virginales así como el de la Resurrección “suponen un escándalo para el espíritu moderno. A Dios se le permite actuar sobre las ideas y los pensamientos en la esfera espiritual, pero no sobre la materia. Eso nos molesta”. Pero en realidad, “si Dios no tiene poder también sobre la materia, entonces no es Dios”.
"Colocación de Jesús en la historia" como "un nuevo inicio que, paradójicamente, junto con la continuidad del actuar histórico de Dios, caracteriza el origen de Jesús".
El segundo capítulo aborda el modo en que tuvieron lugar los anuncios de la concepción de Juan Bautista y de Jesús, extendiéndose en la humildad y disponibilidad de María.Dios necesita “la obediencia libre” a su voluntad. “Creando la libertad, Dios, de alguna manera, se ha hecho dependiente del hombre. Su poder está unido al “sí”, no forzado, de una persona humana”. Y así, solo gracias al asenso de María puede comenzar la historia de la salvación.
LaVirgnidad de María
El Papa aborda la cuestión de “nacimiento virginal, ¿mito o realidad?”. "Eso nos molesta" el relato de una concepción y parto virginales así como el de la Resurrección “suponen un escándalo para el espíritu moderno. A Dios se le permite actuar sobre las ideas y los pensamientos en la esfera espiritual, pero no sobre la materia. Eso nos molesta”. Pero en realidad, “si Dios no tiene poder también sobre la materia, entonces no es Dios”.
El tercer capítulo describe el ambiente político del emperador Augusto, las aspiraciones a una divinización y el censo en dos etapas de todos los pobladores del imperio a efectos fiscales. Este y el acontecimiento de Belén con su dimensión universal, permite la entrada en el mundo de un “portador universal de salvación” es ,efectivamente, “la plenitud de los tiempos”.
En cuarto capítulo, dedicado a los Magos, Benedicto XVI recuerda que “en el mundo antiguo, los cuerpos celestes eran vistos como potencias divinas que decidían el destino de los hombres. Los planetas llevan nombres de divinidades”.
La estrella de Belén
El Papa menciona que “a caballo entre los años 7 y 6 antes de Cristo", hoy se considera el momento cuando se produjo una conjunción de los planetas Júpiter, Saturno y Marte. Según Kepler, a ese fenómeno se añadió la aparición de una supernova (SN185)que aparece datada en “tablas cronológicas chinas” creando, en conjunto, un acontecimiento astronómico muy singular para un momento único en la historia.
En cuarto capítulo, dedicado a los Magos, Benedicto XVI recuerda que “en el mundo antiguo, los cuerpos celestes eran vistos como potencias divinas que decidían el destino de los hombres. Los planetas llevan nombres de divinidades”.
La estrella de Belén
El Papa menciona que “a caballo entre los años 7 y 6 antes de Cristo", hoy se considera el momento cuando se produjo una conjunción de los planetas Júpiter, Saturno y Marte. Según Kepler, a ese fenómeno se añadió la aparición de una supernova (SN185)que aparece datada en “tablas cronológicas chinas” creando, en conjunto, un acontecimiento astronómico muy singular para un momento único en la historia.
Lo último es un el relato basado en el evangelio de Lucas; la última noticia que tenemos antes del principio de su vida pública con el bautismo en el río Jordán. Es el episodio de los tres días, durante la peregrinación de Pascua, en que Jesús, con doce años, se aleja de María y de José para quedarse en el Templo de Jerusalén discutiendo con los“doctores”. Él, que “crecía en sabiduría, edad y gracia”, se manifiesta aquí en el misterio de su naturaleza de verdadero Dios y, al mismo tiempo, de verdadero hombre que “piensa y aprende de modo humano”.
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