La mayor amenaza para la paz hoy en día es el aborto, porque el aborto es hacer la guerra al niño, al niño inocente que muere a manos de su propia madre. Si aceptamos que una madre pueda matar a su propio hijo, ¿cómo podremos decirles a otros que no se maten? ¿Cómo persuadir a una mujer de que no practique un aborto? Como siempre, hay que hacerlo con amor y recordar que amar significa dar hasta que duela. Jesús dio su vida por amor a nosotros.
Hay que ayudar a la madre que está pensando en abortar; ayudarla a amar, aún cuando ese RESPETO por la vida de su hijo signifique que tenga que sacrificar proyectos o su tiempo libre. A su vez, el padre de esa criatura, sea quien fuere, debe también dar hasta que duela.
Al abortar, la madre no ha aprendido a amar; ha tratado de solucionar sus problemas matando a su propio hijo. Y a través del aborto, se le envía un mensaje al padre de que no tiene que asumir la responsabilidad por el hijo engendrado. Un padre así es capaz de poner a otras mujeres en esa misma situación. De ese modo, un aborto puede llevar a otros abortos.
El país que acepta el aborto no está enseñando a su pueblo a amar, sino aplicar la violencia para conseguir lo que se quiere. Es por esto que el mayor destructor del amor y la paz es el aborto.
Todo eso, al recordar la muerte de uno de los personajes que más ha influenciado el mundo de las tecnologías, Steve Jobs.
Un hombre que se suma a los grandes genios que la humanidad ha tenido, y que no hubiera sido posible si sus padres, si su madre defendiera su vida y no acomodará su muerte a sus planes universitarios. Su madre y su padre al menos se preocuparon de darlo en adopción. No conocemos quien pueda llegar a ser, ese ser que viene, por eso es importante dar el SI A LA VIDA, RESPETANDOLA.
Y aún dando ese sí a la vida, se puede seguir con los planes que se tienen, siempre hay soluciones. Steve Jobs se suma a los personajes importantes, hombres inventores, cantantes famosos o simplemente sobresalientes que fueron tal vez "no deseados" pero que la decisión de respetar la vida hizo la gran diferencia.
Les comparto un discurso dado por está persona en la que como testimonio de vida, dice lo mismo que la Madre Teresa de Calcuta.
"No es cuantas cosas hagas, sino con que amor las haces lo cuenta".
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