1 El poeta pide a su amor que le escriba (Federico García Lorca)
El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte
El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte
2 La noche en la isla (Pablo Neruda)
He dormido contigo
toda la noche mientras
la oscura tierra gira
con vivos y con muertos,
y al despertar de pronto
en medio de la sombra
mi brazo rodeaba tu cintura.
Ni la noche, ni el sueño
pudieron separarnos.
toda la noche mientras
la oscura tierra gira
con vivos y con muertos,
y al despertar de pronto
en medio de la sombra
mi brazo rodeaba tu cintura.
Ni la noche, ni el sueño
pudieron separarnos.
3 ¡Cómo me dejas que te piense! (Pedro Salinas)
Pensar en tí es tenerte,
como el desnudo cuerpo ante los besos,
toda ante mí, entregada.
Siento cómo te das a mi memoria,
Cómo te rindes al pensar ardiente,
Tu gran consentimiento en la distancia.
4 Canto a Teresa (José de Espronceda)
como el desnudo cuerpo ante los besos,
toda ante mí, entregada.
Siento cómo te das a mi memoria,
Cómo te rindes al pensar ardiente,
Tu gran consentimiento en la distancia.
4 Canto a Teresa (José de Espronceda)
Y suspira tu nombre el labio mío;
para allí su carrera el pensamiento,
hiela mi corazón punzante frío,
ante mis ojos la funesta losa
donde, vil polvo, tu beldad reposa.
5 Amada, el aura dice (Antonio Machado)
para allí su carrera el pensamiento,
hiela mi corazón punzante frío,
ante mis ojos la funesta losa
donde, vil polvo, tu beldad reposa.
5 Amada, el aura dice (Antonio Machado)
El viento me ha traído
tu nombre en la mañana;
el eco de tus pasos
repite la montaña…
No te verán mis ojos;
¡mi corazón te aguarda!
6 ¡Oh tú, mi amor! (Rafael de Alberti)
tu nombre en la mañana;
el eco de tus pasos
repite la montaña…
No te verán mis ojos;
¡mi corazón te aguarda!
6 ¡Oh tú, mi amor! (Rafael de Alberti)
Oh tú, mi amor, el esmerado estilo
de tu gran hermosura que en sigilo
casi muriendo alabo a toda hora.
Oh tú, mi amor, yo canto la armonía
de tus perfectos senos la alegría
al ver que se me abren cada aurora
7 Tu pupila es azul (Gustavo Adolfo Bécquer)
de tu gran hermosura que en sigilo
casi muriendo alabo a toda hora.
Oh tú, mi amor, yo canto la armonía
de tus perfectos senos la alegría
al ver que se me abren cada aurora
7 Tu pupila es azul (Gustavo Adolfo Bécquer)
Tu pupila es azul, cuando ríes
su claridad suave me recuerda
el trémulo fulgor de la mañana
que en el mar se refleja
Tu pupila es azul y cuando lloras
las transparentes lágrimas en ella
se me figuran gotas de rocío
sobre una violeta
8 Es una lástima que no estés conmigo (Mario Benedetti)
su claridad suave me recuerda
el trémulo fulgor de la mañana
que en el mar se refleja
Tu pupila es azul y cuando lloras
las transparentes lágrimas en ella
se me figuran gotas de rocío
sobre una violeta
8 Es una lástima que no estés conmigo (Mario Benedetti)
Es una lástima que no estés conmigo cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa y decirme ‘¿Qué tal? y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tinte azul de mi carbónico
9 Veinte poemas de amor y una canción desesperada (Pablo Neruda)
Inclinado en las tardes tiro mis tristes redes
a tus ojos oceánicos,
Allí se estira y arde en la más alta hoguera
mi soledad que da vueltas los brazos como un náufrago.
Hago rojas señales sobre tus ojos ausentes
que olean como el mar a la orilla de un faro.
10 Balada del loco amor (Jose Angel Buesa)
Podrías acercarte de sorpresa y decirme ‘¿Qué tal? y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tinte azul de mi carbónico
9 Veinte poemas de amor y una canción desesperada (Pablo Neruda)
Inclinado en las tardes tiro mis tristes redes
a tus ojos oceánicos,
Allí se estira y arde en la más alta hoguera
mi soledad que da vueltas los brazos como un náufrago.
Hago rojas señales sobre tus ojos ausentes
que olean como el mar a la orilla de un faro.
10 Balada del loco amor (Jose Angel Buesa)
No, Amor no llega tarde. Tu corazón y el mío
saben secretamente que no hay amor tardío.
Amor, a cualquier hora, cuando toca a una puerta,
la toca desde adentro, porque ya estaba abierta.
Y hay un amor valiente y hay un amor cobarde,
pero, de cualquier modo, ninguno llega tarde.
saben secretamente que no hay amor tardío.
Amor, a cualquier hora, cuando toca a una puerta,
la toca desde adentro, porque ya estaba abierta.
Y hay un amor valiente y hay un amor cobarde,
pero, de cualquier modo, ninguno llega tarde.
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