martes, 9 de septiembre de 2014

UNA HISTORIA DE AMOR PARA LLORAR


Todo comenzó en Julio del 2009. Yo recién me había mudado de otro estado para vivir con mi hermano. Cuando llegue, ¡vaya sorpresa! Mi hermano me había hecho una fiesta sorpresa de bienvenida a la cual había invitado a sus mejores amigos. Él quería que yo me hiciera amiga de sus amistades para que no me sintiera tan sola. En cuanto entré me llamo mucha la atención un chico muy guapo que en cuanto me vio se acercó a saludarme.
- Hola, mucho gusto. Yo soy Carlos.
- Hola, Valeria ¿Qué tal?
En eso se acerco mi hermano y nos presento, me dijo que Carlos era su mejor amigo.
- ¿Entonces eres mejor amigo de Leo?
- Y tuyo, también Puedes contar conmigo en cualquier cosa. Va a ser para mi un placer introducirte a nuestras amistades y mostrarte la ciudad cuando Leo no tenga tiempo.
Durante la noche me presentaron a más personas, pero me sentía muy a gusto con Carlos. Me sentía segura con él, sabia que él iba a estar para mi en cualquier momento.
Pasaron los meses y nuestra amistad había crecido mucho, él siempre me abrazaba y me decía que yo era como su hermana, cosa que a mi no me gustaba mucho porque en mi interior yo queria ser algo mas que eso.

Con el tiempo, yo me fui enamorando de Carlos, cosa que no le dije por pena y porque no quería que algo tan lindo se arruinara con una relación y, más que nada, porque mi hermano siempre me contaba sus historias. Carlos era muy mujeriego. En diciembre de 2009, Leo, mi hermano, decidió regresarse a nuestro país, México, yo decidí quedarme pues yo estaba estable en mi trabajo y escuela y me gustaba mucho el ambiente de esta ciudad.
Leo, antes de irse, me encargó con Carlos y a mí me dijo que no se me fuera a ocurrir enamorarme de él porque él lo conocía perfectamente y no quería que me hiciera sufrir. Ya era un poco tarde. Bueno, estando yo viviendo sola, mi amistad con Carlos seguía creciendo. Nos llevábamos genial, nos queríamos mucho. Claro, él me seguía viendo como hermana.
Después él empezó a andar con una chica de nuestro grupo que, por cierto, es mi mejor amiga. Cuando me di cuenta, el mundo se me vino abajo, yo me sentía pésimo, pero tenia que disimular porque Paola era mi mejor amiga y no quería que se diera cuenta. Era un gran dolor verlos juntos y más que Paola me contara tantas cosas que hacían juntos.
Como era de suponerse, él empezó a cambiar. Ya no pasábamos tanto tempo juntos, el se la pasaba junto con Paola. Después, en Noviembre de 2010, los dos planeamos un viaje a nuestro país, él a su natal Sinaloa y yo a Sonora. Paola le planeo una una fiesta de despedida en la cual yo estuve ahí, se hizo de madrugada y me despedí de el.
- Con cuidado, Carlos. Espero verte en México, no te digo adiós sino hasta luego.
- Gracias, vale. Me llamas para poder vernos y juntarnos con Leo.
Él se acercó para darme un abrazo y yo no pude dárselo, no quería despedirme de el.
- ¿Qué pasa, Vale?
- Nada, no te preocupes, no me gustan las despedidas. Te veo pronto.
Y esa fue la ultima vez que lo vi, en el camino a casa. No paré de llorar, sentía miedo, no quería que se fuera.
Mientras yo estuve en México no supe nada de él. Sólo Paola me había dejado un mensaje diciendo que no sabia nada de él, que sólo le había enviado un mensaje diciendo que estaba bien.
Llegó el día 12 de Diciembre de 2010, yo pasé todo el día en la calle, porque eran fiestas a la Virgen de Guadalupe. Ni siquiera tuve tiempo de abrir mi computadora ese día Cuando llegue ese día a casa pasado de las tres de la madrugada, vi mi computadora encendida. Me llamó mucho la atención y cuando moví el mouse, mi pagina social estaba abierta. Me llamó mucho la atención.
Tenia muchos mensajes de mis amigos, dándome la peor noticia de todas: Carlos había muerto en un accidente automovilístico ese día en la madrugada.
No lo podía creer, no quería aceptarlo, no lo podía aceptar. Mi amor, mi gran amor, no podía ser. Jamas tuve oportunidad de despedirme de él, de decirle que lo quería, que era todo para mí.
Corrí con mi hermano y le dije. Nos pusimos a llorar, no lo podíamos aceptar ¿Cómo podía ser que un chico tan lleno de vida, tan hermoso ser humano pudiera estar muerto? No era justo.
Dejamos pasar esa noche. Al día siguiente hablé con su familia, me confirmaron la noticia. Les pedí que me dieran su dirección, pero ya era demasiado tarde ya lo habían sepultado No pude ni siquiera decirle adiós en su tumba.
Después de unos días regrese a USA, me encontré con Paola y lloramos juntas sin parar. Ella aun no sabe que yo estaba enamorada de el y creo que es lo mejor.
En tanto a mí, después de ocho meses de su muerte, aún le lloro todas las noches. Pero también le doy gracias a Dios por haberme enviado un Angelote a mi vida, pues eso fue el para mi. Con él compartí tantos llantos, tantas alegrías, tengo tantos recuerdos hermosos de él. Y él sigue estando para mí siempre, siempre a mi lado con un Ángel de la Guarda.

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2 comentarios:

  1. Realmente hermoso y doloroso, no sabemos hasta cuando estaremos aqui juntos pero, tratemos de siempre dar cariño, respeto, pensar que siempre nos volveremos a encontrar, no se en cual lugar pero sinduda este mundo es un pañuelo y el cielo esta siempre abierto.

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