sábado, 13 de septiembre de 2014

CUENTO DE AMOR QUE AÚN NO HA ACABADO

Hola soy Fernanda. Les contare mi historia inconclusa de amor que he vivido. Esto se remonta hace un año y un mes. Soy una chica lesbiana y siempre estuve buscando a mi otra mitad. Un día me metí a chatear  por Internet en una pagina para conocer chicas lesbianas y hacer amistad. Soy una persona tímida y educada al hablar con las personas y en esas salas de chatsueles conversar con varias chicas e incluso chicos, pero todo es parte de pasar un momento agradable.

Ella, mucho mas joven que yo, estudiaba en la universidad, y yo trabajaba pero en ese estaba en casa. Entonces esperaba el momento en que ella se conectara porque solo ver que estaba ahí me alegraba el corazón. Empecé a sentir algo muy lindo por ella y me negaba a creer que fuera amor. No quería ilusionarme porque tenia muchas cosas en contra y cada vez que un recuerdo de ella me pasaba por la mente y me hacia sonreír solita me espantaba el sentimiento diciéndome: “Cómo crees que ella te haría caso a ti, es mucho mas joven y vive lejos en otro país”.
A veces el pensar así me hacia tener los pies sobre la tierra y el sentimiento que empezaba a crecer se frenaba. Un día, al poco tiempo de haber empezado a conversar de mañana, tarde y noche ella me dijo que sentía que le gustaba. Yo quise hacerme la seria y le dije que como era posible eso, y me dijo que era una mujer muy linda y que le gustaba y que tenia sentimientos nobles que habían hecho que se enamorara de mi. Mi corazón se aceleró al leer lo que decía, pero demostraba que nada de eso me afectaba.
Un día no pude mas y le dije que me permitiera ser parte de su vida y aunque estuviésemos muy lejos yo encontraría la manera de estar a su lado y ella me aceptó. Fuimos muy felices. Ella muy linda me fascinaba cuando la miraba en nuestras conversaciones con videollamadas. Tiene unos ojos hermosos, su carita linda y fina parece una niña y aunque a veces eso me hacia titubear por la edad -ella tenia 23 y yo 30; aunque yo no aparentaba tener 30, pero los tenia- y eso me hacia sentirme a veces incomoda.
Siempre la respeté, le decía cosas lindas porque me nacía decirlas. Ella también. Nos amábamos mucho, pero en cada historia de amor siempre hay alguien que intenta acabar con ella. Yo tenia una amiga que me hacia dudar de que si ella me amaba de verdad o no o que si era solo una ilusión. Siempre metió desconfianza a mi relación, en parte creo que era porque me veía tan feliz y tenia miedo de que no fuera real lo que sentía ella por mi.
En fin, pasamos por varios problemillas en los que supuestamente yo dudaba de su fidelidad y no era así. Yo confiaba en ella totalmente. El dicho ese de que el amor te ciega así es y yo le decía a ella que confiaba en ella con los ojos cerrados. Ella me decía que no, que no quería que cerrara los ojos, que ella quería que yo los tuviese abiertos para que viera que todo era real y le dije que el confiar con los ojos cerrados a mi criterio, era confiar tanto en alguien que podía ser guiado por un camino empinado con un barranco profundo con los ojos vendados, pero no tendría miedo porque su voz me guiaría y seguiría el sonido de su voz en todo ese peligroso recorrido.
Las cosas mejoraron por un tiempo y luego tuvimos una discusión en la que decidimos alejarnos, pero siempre estábamos en contacto. Nos amábamos tanto y si nos alejábamos era para pensar bien las cosas y cambiar y saber que si lo intentábamos era para mejorar la relación.
Un día, un 22 de diciembre no podíamos estar más tiempo así distanciadas y decidimos continuar con nuestro amor. Éramos felices. Esa noche nos quedamos hasta muy de madrugada. Yo feliz, la amaba, la amo aun con toda mi alma. Al siguiente día yo bien emocionada me conecté. La vi a ella en línea y empezamos a conversar y todo bien. Nos decíamos “te amo”, nos tirábamos besos… En fin.
Le dije que me diera un momento, sólo iría a tomar agua. Cuando regrese ella me dijo que lo sentía mucho, que me amaba, pero que lo mejor era estar separadas. No entendí qué había pasado. Me frustré tanto y yo le dije que qué había pasado. Sólo fui a tomar agua, ¿qué paso en ese momento?. Pero no me dio respuesta y ella es de la personas que no te dan respuestas cuando preguntas, las dan cuando sientes que deben decirlo. Me frustré tanto que le dije que no merecía eso, que tenia que saber por qué y si no me amaba que por qué me había enamorado cuando yo le pedí que no quería nada.
En fin, me porté en cierta forma grosera y no justificó mi actuar, pero estaba dolida y no entendía el motivo de por qué había tomado esa decisión. Acepté lo que me dijo. Pasó un tiempo y no tuvimos comunicación. Sentí que mi vida no tenia sentido, la amaba con toda mi alma y solo quería saber si estaba bien. Siempre me conectaba para esperar que ella lo hiciera, aunque así no habláramos el solo hecho de saberla en línea me haría sentir bien al saber que estaba ahí lejos de mi, pero ahí.
No pasó eso por mucho tiempo. Un día entre a mi Messenger y tenia un mail de ella. No podía creerlo. Empecé a llorar y ni lo había leído, pero el saber que me escribía me hacia feliz. Aunque con dolor leí el mail. Me decía que estaba bien, que no podía conectarse, que había salido de viaje, que no tenia acceso a las redes pero que me echaba mucho de menos y que espera un día poder entrar a Internet y conversar conmigo. Yo me emocioné tanto, lloré de felicidad y le respondí que le había echado de menos, que la amaba y que la extrañaba muchísimo.
Siguieron pasando los días y nada. Un día de nuevo entré a mi Messenger y tenia un mail de ella. Me saluda y todo y me dejó un link de una canción. Yo lo escuché y pensé que intentaba decirme que todo estaría bien y que seguiríamos siendo felices. Me emocionó escuchar la canción. La escuché tanto hasta que me la memoricé. Luego, una noche recibí un mail y me dijo que estaba en línea, pero que sólo por mail podíamos hablar. Yo, emocionada, le respondí, y hablamos. Nos dijimos que nos extrañábamos, que deseábamos conversar como antes, y así y de repente me dice que había empezado una relación con alguien mas.
Sentí que me derrumbaba con cada palabra que me decía, no entendía por qué si me decía que extrañaba conversar conmigo, que estaba nerviosa de poder hablarme aunque fuera por mail y la canción que me había dedicado sentí muchas cosas y no entendía nada. Pero no dije mas que “Te felicito, me alegra que empieces una relación con alguien que tu desees”. Me dolió tanto y decirle que me alegraba por ella era lo mas doloroso. Lloraba y le escribía que mi felicidad era saberla feliz. Hice un nudo a mi corazón y lo dejé así mientras le decía a ella que esperaba que toda la felicidad del mundo la merecía mas que nada. Lloré mucho. Y me hice a la idea de respetar su decisión. No le dije más.
Mis sentimientos, la canción que me dedicó, la odié. Hasta el día de hoy no la puedo escuchar porque siento que me hizo feliz y ahora siento que era una forma de decirme que no le importaba nada. Aun conversamos, es mi amiga y aunque la amo con toda mi alma no se lo puedo decir. Me callo los te amos que tengo para ella, me ha dicho que escuche tal canción y la escucho y aunque a veces son letras que hablan de amor y de sentimientos trato de no ilusionarme porque sé que no es así. La amo con toda mi alma. No la puedo sacar de mi corazón y mi mente y sé que por mucho tiempo estará aquí en mi ser.
Son 8 meses de saberla con alguien mas, pero mi amor por ella aun esta vivo y lo tengo encerrado para que no salga y diga algo que la incomode. Aún lloro por ella y por lo que no podrá ser. Hablo con ella, reímos, a mí me gusta verla sonreír y hago chistes bobos para hacerla reír y cada vez que lo hace, por dios, juro me alegra el corazón de gran manera y dentro de mi digo “Te amo, mi amor, te amo”.
Ahorita mientras escribía esto se me salieron las lagrimas. La amo no lo niego, y soy cobarde al no decirlo, pero ella me puso barrera que no puedo romper porque esta con alguien más. Sólo espero un día poder estar con alguien sin que el recuerdo de ella esté en mi corazón.
Soy una mujer de 31 años muy linda, me amo a mi misma y sé que lo que siento y tengo para darle es lo más puro y real. Pero por ahora solo me queda tratar de apagar el amor que siento, no quiero olvidarla ni odiarla. Sólo quiero que su recuerdo me fortalezca y que el amor que siento por ella sea tan fuerte que cuando tenga la dicha de verla personalmente, le pueda decir gracias por ser parte de mi vida y de mi historia. Sin ti no hubiese conocido el amor verdadero. Estoy esta noche aun esperando a que se conecte y que conversemos del clima o de lo que paso en nuestro día, reír, bromear y al final decirle “Feliz noche amiga”, cuando en realidad susurro “Feliz noche, mi amor”. La amo con todo mi ser.

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