martes, 17 de diciembre de 2013

La laguna de Pacucha

La laguna de Pacucha
 


En los tiempos antiguos existían dos Andahuaylillas: el Hatun Andahuaylilla que era del Cusco y el Uchu Andahuaylilla que era de Pacucha. Ahora se le llama Pacucha Andahuaylilla. Cierto día se había realizado un matrimonio en el cual sólo asistió gente adinerada del pueblo. Es entonces que apareció un anciano todo harapiento; aquel sujeto guardaba un cierto enigma pues los perros al detectar su presencia ni le ladraron o mordieron y fue así que ingresó a la fiesta. La gente se extraño preguntándose: ¿por qué los perros no muerden a ese viejo apestoso?, y aquello fue comentario de todos; fue entonces que salieron los padres de la novia, -¿qué es lo que desea este viejo apestoso?, que se vaya a su casa, ¡sáquenlo!- dijeron, pero las personas que estaban en la reunión se extrañaban por su presencia, sobre todo al darse cuenta de que los perros no le ladrasen o mordiesen. Las personas se imaginaron: quizá sea Dios y en esa forma se presenta, pero algunos no hicieron caso ante la extrañeza de los demás, -¡que no ingrese!, ¡que no ingrese!- decía la novia, el novio mencionó lo mismo. Fue entonces que el anciano no ingresó a la fiesta de matrimonio y se fue. Continuó su camino y se alejó de aquel lugar. De pronto ingresó a una casa donde una señora estaba moliendo máchica. La señora cargaba a su bebé a la vez que molía, Fue entonces que el hombre le dijo: ¿puedo ingresar?, y la señora le dijo que pase adelante, que tomara asiento, para ello le ofreció un cuero de oveja a fin de que no se ensuciase; a la vez le convidó un poco de su máchica en un plato, -¡sírvase!- le dijo, con un poco de agua pasará mejor, esta máchica es lo único que puedo ofrecerle, -¡gracias!- le dijo el anciano, pero no la probó, sólo la olió, -¿podrías regalarme aquella flor que tienes a tu costado?- le dijo el anciano, luego quiero que alistes enseguida tus cosas para tu cocaví (provisiones), que cargues a tu bebé y que partas, Fue entonces que la dejó en un lugar alejado del pueblo, de ahí le dijo que se fuera a la parte más alta del cerro y que no mirase atrás a pesar de que escuche algún ruido en el pueblo pues si lo hiciese se iba a convertir en piedra, pero la señora no le hizo caso. Fue el ruido y la curiosidad la que le hizo voltear y mirar hacia el pueblo, aquel ruido era el terremoto que había mandado el anciano, el agua se desbordó y fue así que se formó una laguna: La señora junto a su bebé y la oveja se convirtieron en piedra; el causante de que la laguna ahogara a todo el pueblo fue Dios quien fue al pueblo a realizar una prueba. Todo era en realidad una prueba.

Hay una creencia enorme con respecto a la laguna de Pacucha. Se dice que un día tomará desayuno en el pueblo de San Jerónimo, luego almorzaría en el pueblo de Andahuaylas para luego cenar en Talavera de la Reyna. Lógicamente, ello quiere decir que inundará todo el valle. Mi madre me contó en cierta ocasión, para ser más exacto en el año 2008, en el mes de septiembre, que se oyó rumores de que la laguna de Pacucha se estaba desbordando. Las personas se asustaron tremendamente, subieron a las zonas más altas de los cerros. Cogieron lo que tuvieron a la mano y partieron rumbo a las alturas. Se oyeron incluso las sirenas de algunas ambulancias que alertaban a los pobladores. Menos mal sólo fue un susto.

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