El cerro San Pedro
Este
misterioso cerro le trae malos recuerdos a la Señora Zenaida. Su
hermano se encontraba pasteando vacas de su propiedad cuando de pronto
se dirigió a una parte del cerro San Pedro, dejó a las vacas que
comieran del pasto de aquel lugar. Luego, se fue junto a un amigo a
buscar una hierba denominada runtuhuayra. Fue entonces que sucedió lo
inesperado; San Pedro lo había capturado dentro de sí, lo había
enterrado. Lo que pudo presenciar al estar en el interior del cerro
fueron unos jardines bellos, un camino brillante al cual se dirigía.
Pero su hermano es religioso y pensó: ¡el diablo caminará por los
cerros, me estará ocultando, seguro ha abierto su camino y por él estoy
yendo! El agua cristalina estaba a cada lado de él como dos acequias;
abundaban las chirimoyas, naranjas y muchas otras frutas. Fue entonces
que su hermano rezó un Padre Nuestro y después de unos veinte minutos es
que aparece en un lugar denominado Cusipata. Es en aquel lugar que
empieza a correr hacia la carretera para verificar que su ganado no se
haya comido el maíz. Revisaron que todo esté en orden y se marcharon. Su
hermano no volvió por aquellos lugares nunca más.
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