Y me abracé a ti. Sabiendo que iba a ser una más. Sabiendo que era lo típico antes de sumergirnos en el verano y dejar de vernos. Sabiendo que lo olvidarías al salir por esa puerta. Recordando todos esos momentos. Disfrutando cada segundo. Con todo eso en mente, me abracé a ti. El problema fue que ya no te quise soltar.
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