Los tipos de amor
El amor es un fenómeno ciertamente complejo y multifacético. En nuestra cultura la palabra amor posee múltiples significados y es utilizada en contextos y relaciones que difieren mucho entre sí. Desde el ámbito de la Psicología se han hecho muchos esfuerzos por acotar el significado e implicaciones del concepto amor, si bien es cierto que dicha tarea no ha resultado nada sencilla debido a la gran cantidad de concepciones y puntos de vista existentes al respecto.
Dos psicólogos que se interesaron por esta temática fueron Fehr y Russell, quienes elaboraron un estudio en el que pidieron a los participantes que elaboraran una lista con tantos tipos de amor como se les ocurrieran, lo que acabó derivando en una gran lista con 93 tipos de amor diferentes. Posteriormente, a otras personas diferentes les preguntaron acerca de lo típico que les resultaba cada uno de los tipos de amor descritos en la lista, es decir, en qué medida creían que representaba la esencia del amor. En los resultados que obtuvieron el amor más prototípico fue el maternal, seguido por este orden, del paternal, la amistad, amor de hermana, amor romántico y amor de hermano. Otros tipos de amor tales como el apasionado, el sexual o el platónico, fueron considerados como amores menos prototípicos en los resultados de esta investigación.
Otros psicólogos como Shaver y Schwartz llevaron a cabo investigaciones utilizando un procedimiento similar. De hecho, examinaron los juicios de semejanza o parecido entre diferentes términos relacionados con las emociones, encontrando que amor, afecto, cariño, atracción y cuidado formaban una agrupación bastante homogénea. Por tanto, lo que estas investigaciones demuestran es que la concepción que la gente tiene del amor es bastante compleja, no existiendo una delimitación clara entre el amor y fenómenos semejantes.
La más importante y más conocida clasificación sobre los tipos de amor es la Teoría triangular de Sternberg, según la cual hay tres dimensiones o componentes básicos en el amor, que son los siguientes:
- Intimidad, que se manifiesta como un sentimiento de cercanía, unión y afecto hacia el otro, la preocupación por promover su bienestar, dar y recibir apoyo emocional y compartir las propias posesiones y la propia persona con el otro. Baumestier y Bstslavsky encontraron que este componente del amor incluye una comprensión empática mutua, actitudes favorables hacia el otro y la comunicación continua del afecto.
- Pasión, que viene dada como un estado de excitación mental y física. La atracción física y el deseo sexual son parte importante de este componente. Algunos autores como Baumeister y Bratslavsky definieron la pasión amorosa como un conjunto de intensos sentimientos de atracción hacia la otra persona, que se caracterizan por la activación fisiológica y el deseo de estar unido a ella en múltiples sentidos. Cabe destacar que si la persona es elegible como pareja sexual, la pasión incluye la atracción y el deseo sexual. No obstante, también se puede experimentar pasión hacia un hijo o hacia personas del propio sexo sin que haya deseo sexual.
- Compromiso, que puede manifestarse a corto plazo como una decisión de que uno quiere a alguien y a largo plazo como un compromiso de mantener ese amor. Estos dos aspectos no van necesariamente juntos. El compromiso es un componente del amor que suele darse conjuntamente con los otros componentes, pero que también puede aparecer solo. En ocasiones esta es la relación que existe entre dos personas cuando, tras un largo período de tiempo, la pasión y la intimidad han desaparecido y sólo queda la voluntad de permanecer en la relación. En los casos en que se producen matrimonios de conveniencia o arreglados por las familias, este tipo de amor suele manifestarse al comienzo de la relación.
Por otra parte, en la teoría de Sternberg se han representado estos componentes del amor, en su forma pura, como vértices de un triángulo equilátero. Sin embargo, en la práctica dichos tipos de amor tienden a combinarse entre sí, dando lugar a los siguientes tipos de amor:
- Amor romántico, que supone la combinación de intimidad y pasión. Se da cuando los amantes se atraen tanto física como emocionalmente, pero ese sentimiento de unión y compenetración no va acompañado de compromiso. Un ejemplo clásico de este tipo de amor sería el de Romeo y Julieta.
- Amor compañero, que vendría dado por la combinación de los componentes de intimidad y compromiso. En este tipo de amor predomina la preocupación por la felicidad y el bienestar de la otra persona, se da un proceso mutuo de apoyo social, comunicación y comprensión. Las personas se sienten profundamente unidas entre sí, se valoran mutuamente y comparten lo que tienen, posesiones, conocimientos e intimidad.
- Amor fatuo, que consiste en la combinación de pasión y compromiso, sin que haya transcurrido el suficiente tiempo para que surja la intimidad. Este amor se presenta cuando por ejemplo dos personas se casan a las pocas semanas de haberse enamorado y aún no ha aparecido el componente de la intimidad.
La combinación entre compromiso, intimidad y pasión da lugar al amor completo o amor perfecto. Según Sternberg es el tipo de amor hacia el que la mayoría de la gente aspira, al menos en sus relaciones románticas. Suele ser difícil de conseguir, y sobre todo de mantener. No obstante, los seres humanos no buscan este tipo de amor en todas sus relaciones, ni tan siquiera en la mayoría, sino que dicho tipo de amor se reserva para aquella o aquellas relaciones que significan lo máximo para las personas y que han de ser lo más completas posibles.
Cada uno de los tres componentes básicos del amor tiene una evolución temporal diferente. En este sentido, la intimidad se desarrolla gradualmente conforme avanza la relación y puede continuar siempre creciendo, aunque este crecimiento es más rápido en las primeras etapas.Con respecto a la pasión, se manifiesta de una manera muy intensa al principio y crece de forma vertiginosa, pero suele decaer de la misma forma conforme la relación avanza, estabilizándose en niveles moderados. El compromiso, por su parte, crece también despacio al principio, más lento incluso que la intimidad, llegando a estabilizarse en el momento en que las recompensas y costes de la relación aparecen con nitidez.
El escritor y poeta uruguayo Mario Benedetti trató con mucha sutileza la temática del amor y el enamoramiento, aportando frases como la siguiente, en la que destaca el carácter recíproco y mutuo del buen amor.
“Para estar total, completa y absolutamente enamorado, hay que tener plena conciencia de que uno también es querido, que uno también inspira amor”.
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