Dicen que los hombres son de Marte y las mujeres de Venus. Los hombres dicen que no pueden vivir con las mujeres, pero tampoco pueden vivir sin ellas, y viceversa. Parece que el mundo y todo a nuestro alrededor se encarga de resaltar las diferencias entre ambos sexos y los problemas y dificultades que esto genera.
Que somos diferentes, es un hecho. Pero, ¿acaso no es eso lo más fascinante de las relaciones de pareja, o de las relaciones interpersonales en general? Yo creo que sí, y lo he notado y he aprendido a partir de mis relaciones amorosas del pasado y de las relaciones que tengo con mis amigos y amigas en la actualidad.
Pero, lo que me parece más delicioso de toda esta situación es que hay aspectos de la forma de ser de las mujeres que los hombres no soportan. Hay una lista de cosas que los hombres realmente odian, ¿y saben qué es lo más divertido?, que muchas veces las mujeres, aún sabiendo esto, nos aprovechamos del hecho que “así nos creó la naturaleza”, y hacemos estas cosas a propósito, ¿o no es así?
Entonces, se me ocurrió la idea de encuestar a mis amigos del sexo opuesto. Una cosa simple, solo quería saber si estas cosas que nosotras creemos que odian son ciertas y confirmar mi hipótesis sobre que las hacemos un poquito a propósito. Los caballeros me hicieron llegar sus propuestas y aquí se las presento:
- Las mujeres no saben lo que quieren: no es casualidad que este punto esté en primer lugar. Todos los caballeros que me respondieron, me dijeron esto. Lo nombraron de diferentes formas: las mujeres no saben lo que quieren, son complicadas, dicen quiero esto y luego no. Que decimos no sé, cuando en realidad sabemos exactamente lo que queremos.
- Hablar en clave: que cuando decimos sí, significa ni se te ocurra hacerlo y que cuando decimos no, significa era obvio, no tendrías que haberlo preguntado ¡acaso no me conoces! Que si nos preguntan ¿qué te pasa?, el “nada” que respondemos significa “¡deberías saberlo, soquete!”
- El chantaje emocional: las mujeres podemos lograr muchas cosas con una lagrimita o dos cayendo por nuestras mejillas. Probablemente tengamos la culpa, o haya sido nuestro error, pero cuando vemos que ya no hay salida, lo mejor es empezar con la movidita de labio y los ojos bien abiertos, como el personaje del Gato con botas de la película Shrek.
- ¡Las mujeres se demoran tanto!: esta también fue una de las más comentadas, es más, es la que genera más indignación. Esperamos que falten 5 minutos para la hora pactada para terminar de arreglarnos y quedar lindas. Lo que los chicos no entienden es que queremos vernos bien para ellos, ¿no es cierto? Y bueno, si en verdad nos quieren, ¡que esperen!
- Hacer una tormenta en un vaso de agua: resulta que las chicas también somos unas exageradas, y que nos precipitamos, y que hacemos lío antes de saber bien la verdad. Es que nuestra naturaleza intuitiva nos hace estar más pendiente de las situaciones.
Al ver todas estas opiniones, y cómo los varones se indignan y comienzan a ofuscarse al contarme esto, me hace pensar en que en verdad es fantástico que seamos tan distintos y que ¡claro! los hombres también tienen sus cosas que nos molestan mucho, pero ese ranking ya será para otro artículo. Pueden dejar sus comentarios para tomarlos en cuenta para el próximo post.
Pero algo que sí es importante, es que no debemos quedarnos simplemente en la queja, en criticar a los hombres porque son así o a renegar de las mujeres porque son de esta otra forma. El otro día escuchaba una charla de la psicóloga chilena Dra. Pilar Sordo sobre precisamente esto, las diferencias entre hombres y mujeres. Lo que más me impactó fue que dijo que las mujeres vivimos en un mundo de queja, que la queja es algo cotidiano y diario para nosotras.
Lo último que puedo decir es que disfrutemos de las diferencias y que nosotras pongamos de nuestra parte para no hacer sufrir a esos hombres que, yo me imagino, también luchan por entendernos.
Tranquilos, chicos, los queremos y les juramos que no lo hacemos a propósito. ¿Nos creen? Comenten y cuéntennos su opinión, y, chicas, no se olviden de dejar sus comentarios sobre lo que no les gusta de los chicos para un próximo artículo.
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